Carlos Estevez Petroleo 

( Fonte: www.gabrielangio.com )


Carlos Alberto Estévez

El tango mantiene su vigencia bailable gracias a unos cuantos cultores con condiciones naturales y creativas, si no fuera as¡ ya hubiese desaparecido de sus escenarios naturales: barrio, salones, Clubes, peñas.
Para danzar un tango, ha de partir el bailarín de una temática coreográfica común y ha de
recoger los movimientos en boga de la época en que empezó a bailarlo y le incorporará su
ingénica expresión, que Será después su línea tanguera definitoria.

Cuando el bailarín domine la danza por que transitó por distintas etapas que le dan experiencia y suficiencia tanguera, recién podrá ensayar movimientos nuevos y se colocará por encima de su época y se proyectará hacia el futuro.
Para crear movimientos nuevos hay que tener una sensibilidad especial, determinando y
ajustando los enfoques rítmicos de acuerdo a la manifestación musical que le dieron tu autor y su interprete.

Los movimientos que se crearon al comenzar a bailar el tango y que llegaron a nosotros a
través de] tiempo, le dieron sabor, originalidad y belleza.

A medida que transcurrió el tiempo y se fueron incorporando figuras nuevas, corriéndose las
originales, perfeccionándolas o modificándolas el tango fue ganando altura en el concierto
expresivo, p ara situarse en un lugar preponderante entre las danzas del mundo.

Carlos Alberto Estévez

Nací en Almagro y me crié en Devoto. Bailé en todos los barrios de la ciudad y sus aledaños. En el año 1928 conocí al "Negro Navarro", aquél, bailarín que había actuado en París, por la década del diez, que me perfeccionó en el arte de bailar el Tango. Nunca fui profesional. Esporádicamente aparecí en diversos escenarios, pero sólo porque me gustaba el tango por el tango mismo.
Pertenezco a una generación que hicimos posible la modificación del Tango-Danza, ya que la coreografía añeja, la suplantamos por elementos visuales de mayor belleza, como ser: los "giros" de izquierda y derecha; los arrastres; los voleos; los piques; los ganchos; las raspadas, empezando por el sobre-paso, punto inicial donde arranca la modificación. Porque Uds. saben bien que el Tango no tiene patrón fijo, y cada uno lo vuelca como lo siente, sin ajustarse a ninguna coreografía   preestablecida o determinada.
He tenido la suerte de integrar las filas de un núcleo de Hombres que hizo posible la modificación de aquel tango inventado por el orillero en las esquinas y bailado entre Hombres, que después fue llevado a las "casitas" y a los "prostíbulos", para hacerlo popular; como era ejecutado en tiempos de 2 x 4, había que cambiarlo, porque el nuevo se tocaba en 4 x 8, eso sí, sin perder en ningún momento su sabor y originalidad.
Ahora los clubes y peñas-salones, tienen el "hobby" de hacerme demostraciones; yo les pregunto: ¿Porqué?, y me contestan: POR LO MUCHO QUE HACE POR EL TANGO-DANZA... ¡Y me lo voy a creer!.., ya que pasan de 50 o más, los homenajes recibidos y de 60 años mí actuación o trayectoria tanguera. ¡Todo sea en bien del Tango, amigos!...
Neo-Danza o Tango nuevo
Jonte y Segurola, esquina de tango: año 1940, cuatro por ocho a toda marcha, café Febo al lado del cine del mismo nombre, parada obligada de hombres de danza. Antes se los llamaba "milongueros", ahí el Perita y Turco Juan, el primero, dueño absoluto del corte y la quebrada, un as en el firulete, y el segundo, patrón de la elegancia y del frasco, orgullo de nuestra danza para qué más? los otros, soñando con igualarlos y superarlos.
Empiezan a proliferar las Academias de Tango en los clubes de barrio: "Rosas de Abril" "NeIson", "Federal", "Papelera", etc., etc., y se empieza a gestar el nuevo tango; inconscientemente el hombre que concurre, va a nutrirse de conocimientos, a perfeccionarse o a aprender a bailar el tango.
Se olvidan las "corridas" y las "medias lunas" no se hacen, los "ochos" son anulados por los "voleos", los "giros" suplantan a las vueltas y los paseos son superados por los
piques". El tango danza entra en la faz de evolución, se transforma, es el principio de lo mucho que avanza la coreografía tanguera, aquellas glorias del tango bailado del pasado entran en el olvido y se incorporan otras con fuerza de emularlos: el "Turquito Curi", el mejor caminar; el rey del andar, Rafael el príncipe de la raspada, el "Rusito Mario", el tango de salón en el suave sabor de manifestarse y llegamos a "Cacho Lavandina" el bailarín número uno de los fabricantes de los "giros" en todas sus formas, este fenómeno de la danza no fue entendido en aquellos tiempos, ya que se mostró en el "Palermo Palace", sito en la calle Godoy Cruz, haciendo una exhibición bajo el nombre de "Monte Castro" en honor al barrio que representaba, lo entrenaba el Bailarín Imposible, su danza era revolucionaria y verdaderamente de avanzada.
Sin embargo su línea superó las barreras del tiempo, rompió los viejos esquemas de las danzas de antaño e impuso normas definitivas en la concepción moderna para hacerla más linda a los ojos que la veían.
Lástima grande que este bailarín desapareció de los escenarios bailables como si se hubiese cumplido su ciclo, sin embargo, su figura y su línea todavía se encuentran presentes eso es lo valedero!
"Firpito" que hacía arabascos con el tango viejo.
"Arena" el compañero del Bailarín Imposible.
"Piazza" se enloquecía con sus enfoques acrobáticos.
"Josecito el Leche , rito" bailaba con el "Gurí", su orillero con formaciones exactas, dejando traslucir la influencia de su viejo maestro "El Pesca".

"Arturo" que recién empezaba pero que después se proyectó como un gran profesor.
"Scalice" quién sabe si se llegará a bailar un tango con tanta elegancia!
"El Negro Rolón" con su milonga orillera en busca de nuevas formas y todos los demás que venían de Devoto, Mataderos, Parque, Paternal; Urquiza, Pompeya y Saavedra porque "Monte Castro" era lugar de Tango Danza y hasta tenía su historia porque de ese lugar había partido el General Ocampo en su expedición al Alto Perú.
"La Biblia" y "Miguelito" su socio; el primero, el registro mental de todos los movimientos del tango, luciendo una memoria prodigiosa y el segundo, animador infatigable de aquellas prácticas que perpetuaron la danza.
"Virulazo" ensayaba y practicaba sin pensar que eso que hacía iba a ser su medio de vida del futuro, ya que ahora es un buen profesional internacionalmente y así lo mostró en América y Europa con renovado éxito.

"Finito" que fabricaba adornos al por mayor para abandonarlos luego y reaparecer en la milonga después de treinta años, con tal éxito que se colocó a la vanguardia de los grandes bailarines del género.

"Vicente Pla", postura positiva, elegancia deslumbrante y muchos otros que se escapan por el túnel del olvido.
Eran Academias entro hombres, fueron semillero de futuros bailarines, concurrían todos aquellos que sentían pasión por el tango y flotaba en ese ambiente un aire de superación y renovación ya que los movimientos gestados ayer eran viejos hoy, por el solo hecho de haberlos realizado.
Las figuras muy usadas pasaban al olvido y se gestaban otras que las reemplazaban exitosamente.
Así, a grandes pasos, se crea la nueva coreografía tanguísta que impera hasta nuestros días.
Párrafo aparte merecen estas academias que duraron varios años pero cumplieron su período en bien de la enseñanza de nuestro tango. Pasaron sin reabrirse hasta nuestros días. Anteriormente las hubo pero fracasaron porque habían hecho irrupción los homosexuales desviando los objetivos de ellas; por eso, cuando existieron las verdaderas que se crearon para perfeccionar el tango, tuvieron renovado y franco éxito.
Como en esos años empezaron a componerse las grandes orquestas, a legar un sonido diferente, a modificar su ritmo, a acentuarlo, a pulirlo con el sello personal de sus directores y los componentes de su conjunto.
Al afiatarse estas agrupaciones que le dan forma diferente a lo que había sido tango hasta entonces, al modificar su estructura no su contenido, produjeron en los bailarines una modificación en su sentir que lo volcaron también en la danza, puesto que todos saben que el tango nació para bailarlo, más tarde se hizo letra y voz. De aquellos años son estos, los valores bailables que hicieron posible esa modificación, aquel núcleo de hombres que logró el cambio coreográfico de nuestro tango incorporando al crear un sin fin de movimientos inéditos hasta ese momento y un nuevo colorido en la postura.
Se crearon los "Arrastres", es decir, se llevan los pies de la mujer pegados a los pies del hombre, arrastrándolos al ras del suelo, se incorpora el "giro simple, el doble y el triple, haciéndolo de izquierda y de derecha, que modifican las vueltas de ambos lados.
Se gestan los "voleos": sacudir o volear los pies del bailarín o de la bailarina, en el aire se fabrican los "ganchos": entrar las piernas del bailarín entre las piernas de su pareja o viceversa, o sea las piernas de la bailarina entra las piernas del bailarín y el otro gancho: sacando del lugar las piernas del bailarín o de la bailarina para sustituirlos por las piernas que obligan el cambio, ocupando el lugar que tenían aquéllas.
De los "traspiés": adelantando uno do los dos pies del bailarín, haciendo un tiempo y volviendo a sacar el mismo con el cual se arrancó.
La "raspada": indistintamente se puede raspar con ambos pies, se hacen dos o tres círculos con el mismo pie y el otro que sirva de apoyo, siempre en el mismo lugar, la compañera puede hacer lo mismo.
En la postura se mantiene la línea clásica, es decir, con los brazos dimensionados a la altura de los hombros y la toma completamente juntos, los pasos largos, pies siempre cerrando, pecho a pecho en el busto.
Desde entonces hasta nuestros días no hay modificación específica en la danza. Yo pregunto: ¿Está detenida la creación? ¡No creo...! Esperemos que surja un valor destacado.
Autor: Carlos Alberto Estévez
Jose Méndez (El Gallego) - Año 1930
Sin duda alguna el mejor canyenguista en la historia del tango-danza, aquel que irrumpe la escena bailable, alrededor de los años treinta, estableciendo una nueva corriente del decir original y auténtica, con recursos propios, mostrando una velocidad y justeza, infinita, desbordando en una coreografía inédita, que lo colocan en la cúspide de los bailarines de tango.
De las grandes trenzadas que tuvo en su viejo reducto bailable: La Colonia Italiana, con los añejos orilleros que la frecuentaban, esos duelos eternos, en busca del mejor, de los cuales siempre salía airoso, porque era imposible seguirlo e igualarlo, representando la altura máxima de la creatividad, por sus condiciones naturales, dotes que imponía para danzar, sin esfuerzo aparente.
Pero un día decide abandonar su labor en los escenarios y dejar de danzar, así se lo manifiesta a su amigo Mendieta (Congreve) quien a título de homenaje, organiza una despedida, en el "Maipú Pigall", aquel que estaba frente al "Marabú".
En la ocasión para despedir a este fenómeno de la danza, bailaron lo más granado y representativo del mundo de tango a aquellos años:
Abrió el acto Mendieta (Congreve) con el viejo tango de E. Pereyra "El Africano" haciendo una creación a la manera "Divito" con un suave caminar elegante.
Después fue al ruedo "Petróleo", que volcó "Cormme il faut" de E. Arolas, a la manera del cuarenta: giros, piques, voleos, arrastres, incorporando algunos movimientos nuevos.
En tercer lugar lo hizo otro de los grandes de la danza (El Vasquito) J. Orrade que conjugó el antiquismo clásico de Rosendo "El Entrerriano", haciendo una mezcla de orillero y canyengue, con una justeza y perfección digna de imitarse.
Como Méndez casi siempre bailaba este tema, dirigiendose a mi me dice: ¿y ahora que bailo? la respuestas que le dí, fué diciéndole a Sassano, que era la orquesta que actuaba en el local, maestro toque una milonga para que la baile el agasajado, sin más que este viejo músico, arrancó con "Corrales Viejos" de A. Aieta salió a danzarla Méndez al compás de aquellas notas, que rompían todos los esquemas rítmicos y compadrones.
Salió a bailarla este super dotado de la danza, haciendo una verdadera demostración de como se hace una milonga orillera, terminada esta, fué llevado en andas por todo el salón, por los asistentes, por espacio de diez minutos.
Sin embargo después de esto que era la despedida, siguió un tiempo bailando, hasta que entró a trabajar en el Congreso Nacional, entonces sí que se retiró difinitivamente de la danza, hasta que lo sorprendió la muerte en ese menester.
Sin objeción alguna, fué uno de los grandes cultores que tuvo el tango-danza, su figura se agranda en el recuerdo, de este creador de arabescos originales, por su velocidad inigualada, su ajuste y ortodoxia deslumbrante.
C. Estévez
TANGO
interpretación milonguera Primera persona del presente del indicativo

  • YO QUIERO Un tango danza que hable de recuerdos, que diga de tiempos, que me emborrache de emociones, que dramatice el sentir y al volcarlo en vivencias puras, que transmita estados anímicos superiores, que dicte normas elevando el mensaje a la suprema forma de expresarlo.
  • YO QUIERO Un tango milonguero que arranque de un compás y me lleve a las figuras verdaderas donde se encuentre la raíz de la danza, cuando al verlas ejecutar, suene y las baile al mismo tiempo con el que las desarrolla, yo busco la calidad, lo superior de lo bueno, de lo mejor, lo infinito, para poder decir como ASHTON "detrás del movimiento aún del más perfecto, hay un vacío, si no hay sentimiento".
  • YO QUIERO Ese sentimiento y aunque cueste hallarlo al encontrarlo lo vuelco, como la sal, que le da sabor a las formas reales de la danza.
  • YO QUIERO Un tango que esté en el sendero de la verdad aunque se, halle solo, siga adelante, que no desfallezca, y cuando las fuerzas se agoten usen el aforismo de Almafuerte que es: "no te des por vencido, ni aún vencido".
  • YO QUIERO Un tango que toque los sentidos, porque encontró el camino que conduce a la belleza y no se bifurque en otros que lo puedan tentar con oropeles falsos de arte.
  • YO QUIERO Un tango de renovación, de innovación, revolucionario, que modifique todo lo actuado, que tenga formas inéditas de supremo encanto, que toque los encuadres superiores, que alcance la cúspide de lo inigualado, y que todo lo actuado sirva de base, para levantar el pilar donde se sostenga la perfección.
  • YO QUIERO Un tango danza con virtudes que desechen todo lo actuado en impurezas, que arroje todo lo espurio, que baile en todo su esplendor, que pasee las formas perfectas de lo lindo y nos ofrezca a los ojos la alegría de mirarlo.
  • YO QUIERO Un tango con las formas clásicas de los movimientos que son: doblar, estirar, levantar, resbalar, saltar, lanzar y girar. Al que hay que agregarle otros para hacerlo más perfecto que son: arrastrar, golpear, trasladar, vocear, repiquetear y balancear. Aparte de hacer el "adagio" en los silencios e incorporar el "allegro" para los momentos vivos, para pasar la barrera de la danza perfecta, para hacer de este baile enlazado, la manifestación más completa y estilizada en materia coreográfica.
  • YO QUIERO Que los pies y los brazos traduzcan el mensaje, el cuerpo, su sandunga, este enjambre armonioso de conjunciones reales que lleva el tango a las alturas de la perfección, donde todos los elementos se compulsan para arrojar el resultado de la belleza, impulsado por las formas del clasicismo puro.
    Carlos Alberto Estévez (Petróleo)

El Orillero
Casi a la terminación o postrimerías del siglo pasado Buenos Aires era una gran aldea, pero aumenta su caudal de habitantes considerablemente, debido a las medidas que emana. el gobierno nacional, que promociona la inmigración. Para poder poblar y así lograr encausar el país, hacia su desarrollo orgánico y económico.
Empiezan a escasear las viviendas en el centro de la ciudad. Los barrios urbanos se pueblan, los nativos que venían de la desmovilización de las tropas que habían combatido en el Paraguay, se afincaron en los aledaños o periferia de la metrópoli, con preferencia en las zonas de San Telmo, Boca, Corrales, Palermo y Recoleta, esta ubicación de residencia les fija un mote o apodo de "orillero".
Este personaje por temperamento propio rechaza los trabajos que le ofrecía la artesanía "gringa" recién incorporada al país, haciendo preferencia para desempeñarse en menesteres como: carreros, cocheros, mayorales, cuarteadores o lunfardos" ocupaciones que cumplía con cierto agrado.
Se divertía danzando los bailes de la época como ser: Polka, Fandango o Habanera en lugares de baja estofa, "bailetines" o lenocinios lo tenían siempre de cuerpo presente hasta que aparece una nueva música que la denominan Tango, que el tiene le mismo ritmo que la Habanera o sea el 2 x4. He ahí cuando se despierta el orillero, porque al oirla y hacerla propia fué todo uno, se dice así mismo esta música nació para ,ser bailada y se dedica con todas sus fuerzas a realizar lo concebido.
Como este es un personaje introvertido de una imaginación maravillosa la lleva a la práctica, primero danzando la junta, a diferencia de todas las otras, que se bailaban separados.
En el prostíbulo imagina la toma, pecho a pecho, simulando un abrazo, el cuerpo y las piernas completamente pegadas, caminando hacia atrás y para adelante.
Más luego piensa que le falta una coreografía acorde a esta música y se le ocurre ensayar con otro
orillero, uno haciendo las veces de mujer hasta encontrar las nuevas formas del decir. Desprendiendo el sexo de la función bailable y logrando las figuras que la panza necesitaba.
Era muy común ver estos ensayos en las esquinas de los barrios.
El orillero es un intuitivo del movimiento, es un hacedor múltiple, crea formas de baile con una facilidad asombrosa, así llega a inventar las que denomina: sentada, ocho, corrida, corte, medialuna, cruzado y
quebrada y cien más, porque el bailaba siempre de una manera diferente logrando plasticidades insuperables en adornos y aprequives.
Como este baile está en formación él lo lleva con éxito a las "casitas" y algunos patios de conventillos. Porque en las reuniones serias, no podían tocar tango por ser una música de baja condición social.
Después se logra la terminación en la construcción de la danza, debido a muchas competiciones que hubo, para saber quien era el mejor, al margen del rechazo de la sociedad de entonces, que no dejaba entrar en los salones.
Así el tiempo nos traé el perfume lejano de algunos dibujos o formas que ellos habían inventado, que todavía perduran (aumentadas y correjidas) a través de las generaciones que la usaron.
Ahora los bailarines denominan con la palabra de orillero una manera de danzar, luciendo cortes y quebradas, al recuerdo y a la manera de como lo hacían ellos. Ya que le debemos el principio y la creación de la danza.

GLOSARIO

Casita: lugares donde se bailaba tango, regenteado por una mujer, un pianista que recibía propinas, pupilas para danzar y otros menesteres. Ejemplo: famosas (María La Vasca) y Laura.

Carlos Alberto Estévez

Canyengue
Canyengue, voz filológicamente de origen indígena, cuyo significado, según algunos lingüistas, es: desgarbado o cansado. Pero la aplicación que le da el bailarín de tangos a este vocablo no tiene nada que ver con el significado real asignado.
Ya que la utiliza para determinar un conjunto de habilidades cogeográficas al por mayor con que se baila un tango compadrón, en tiempo de 2x4, desarrollándolo con figuras y movimientos exagerados entre sí ligados . y lo más complicados posible, para determinar un grado de cultura tanguística de alta escuela milonguera.
Para ampliar el detalle acerca de la manera exacta de danzarlo: con preferencia se usan las corridas, los cortes, o sea las paradas en seco, cortando el movimiento, como si le aplicaran un freno, se establece
con pasos cortos y rápidos, a veces la cabeza rota de un lado u otro, como ayudando a los pies en el decir coreográfico.
Así, ese remarcar de notas de música o sincopado, que se caracteriza por el percutir de las cuerdas, sobre el cuerpo del instrumento, con la ayuda de la palma de la mano derecha (primer tiempo fuertemente alargado y marcado) que llega al oído del bailarín, acentuando el mensaje cuya paternidad y pertenencia, se le atribuyen al compositor y contrabajista de color Leopoldo Thompson.
Pero para el bailarín de tangos, este vocablo no es más que el nombre con que se define una modalidad de la danza, por su sola manera o forma de danzarla.

Carlos A. Estévez (Petróleo)


La compañera de baile

Qué importancia real tiene la compañera de baile en el tango, por mejor que sea el bailarín, aunque conozca todos los secretos de la danza, sino tiene una mujer completa en el arte de acompañarlo, no puede comunicar el mensaje tanguero a la vista de los demás, bailará, pero sin decir elocuente, bailará sin trasmisión emotiva, sin comunicar nada, bailará paseando las formas huecas y vacías de la danza.
Pero sí la que comparte su baile, adorna los movimientos, se desliza con exactitud matemática, conjuga los fraseos, gira, pica, amontona sensaciones. Se presenta desplazándose con una elegancia natural que raya en la perfección, comparte la comunicación, agregándole una dosis de emoción y teatralidad para hacer de la pareja una fuerza representativa de belleza y arte.
Es cuando el tango danza gana altura y el duelo se materializa en tal forma, que se hacen imprescindibles, el uno para el otro, fundiéndose en una sola persona a la vista del espectador.
En el desarrollo de la danza, es la que fabrica, los arabescos, los adornos, y todos los movimientos que embellecen al tango, raras veces los hace el bailarín.
Las verdaderas bailarinas tienen el sexto sentido desarrollado para ejecutar cualquier movimiento en las equivocaciones, cubriendo el equívoco sobre la marcha, sin que el espectador pueda determinar si lo hubo.
Es la parte más importante de la pareja por que tiene que acompañar los movimientos que algunas veces crea el bailarín sobre la marcha y alcanza la máxima expresión cuando es "ecuable" es decir cuando camina los mismos espacios, con la exacta noción del cuerpo y el tiempo.
Como el tango, no tiene patrón, ni coreografía determinada, la bailarina tiene que intuir el movimiento que ejecuta el bailarín y acompañarlo con exactitud y sin esfuerzo aparente.
Mucho tiempo después de aprender a bailar tiene que pasar un período para adquirir una expresión de madurez, hay que practicar constantemente, para lograr que conjuguen cadencia con ritmo, elegancia con gracia, elementos fundamentales para lograr cumbres en la danza.
Dejemos aquellas bailarinas de raza que los dioses le otorgaron todas las condiciones naturales para destacarse, pero igual tienen que trabajar entrenándose.
Sin embargo el tango no les dio la importancia que en realidad tiene.
Juan Cesar Mendieta
(Congreve) 1945
Se diferenciaba de todos los milongueros por su estilo puro o pulido para danzar nuestro tango, también difería de todos por la forma de vestir: Pretina alta en el pantalón, saco de corte largo, corbata con nudo ancho, se parecía un poco a esos personajes, que dibujaba ese famoso lápiz que se llamó "Divito".
Imponía respecto por su porte y su prestancia en el andar la manera de frasear rayaba en las cumbres, dominaba el lenguaje de los movimientos y apuntaba su discurso a una inusual manera de decir, ya que la temática que empleaba, se ajustaba a un ordenamiento determinado, primero abría con un prólogo simple y sencillo, para luego entrar en el desarrollo, donde mostraba el bailarín consumado y para terminar en un epílogo, prodigo de formas perfectas, adornándolo al final con un original encuadre de movimientos que solamente los virtuosos lo pueden lograr.
Así era su danza, deslumbrante, no así su vida sentimental, que resultó un fracaso y deterioró su existencia. Por esa causa dejó muchos años de bailar, como si se hubiese hecho una promesa a si mismo, por siempre.
Al principio se dedica a beber con exceso, pero con el alcohol no encuentra solución, después se recoje interiormente cambiando todas sus costumbres, su mundo se emerge en las sombras, abandona su profesión ya que era Profesor de Danzas, hasta que sorpresivamente un ataque al corazón, troncha su vida.
Fue el bailarín olvidado, igual que su tumba, había tanto abandono, corno el cuadro dramático de su existencia.
Sin embargo el tango le debe un homenaje a su memoria y Caballito su barrio de pibe, una recordación por ser uno de sus buenos bailarines.


Autor: Carlos Alberto Estévez (Petróleo)

Cuando el tango era danza
Desde su nacimiento hasta la terminación de la década del veinte, el tango era una música, que exclusivamente se ejecutaba para bailar, así se hacía, porque en una reunión danzante si el cantor o chansonier cantaba, los asistentes a la misma se molestaban, a veces lo silbaban, otras lo gritaban, exponiendo su desagrado de una manera u otra. Por eso cuando se incursionaba en el canto, se lo hacía, solamente, acompañado de guitarras.
El asiduo a los bailes quería siempre bailarlo instrumentalmente. Lo solía bailar, con ciertas licencias (cortes y firuletes), pero en los salones estaba prohibido. En un determinado lugar bien visible siempre rezaba un cartel con esta leyenda: Prohibido bailar con cortes" y en las invitaciones que se repartían de práctica, insertaban aquel otro: "La Comisión se reserva el derecho de admisión" que marcaban una línea de seriedad.
No porque la danza M bailarín fuera hecha con cortes, si bien exageraba los movimientos atrofiándolos, parecían por la exageración una deformación, por eso siempre los que controlaban los bailes ponían reparos, pero en verdad era porque los que la miraban no sabían nada de danzas.
Porque el tango que danzaban era primitivo en sí, las figuras eran simples, el desplazamiento inexperto, el compás y el ritmo que transmitían, no había alcanzado la plenitud de formas que existe ahora, pese al tiempo transcurrido desde su iniciación, le faltaba integración de elementos coreográf icos.
En la formación de prismas visuales, el tango se bailaba con corridas, medialunas, ochos y algunas sentadas. Todavía no se había incorporado el sobrepaso, que determina el comienzo o el principio de una nueva línea.
Ya en la corriente nueva se desprendo el corto por ser una exageración en la mente del bailarín, se ordenan los movimientos, encauzándolos hacia un ajuste perfecto.
Es un equívoco que los bailarinas de antaño eran mejores que los de ahora; si bien, se les debe la originalidad de los primitivos movimientos y las bases fundamentales con que se creó el tango, aportando la toma y el enlace de una manera diferente a todas las danzas del mundo es cuando los cuerpos de la pareja de bailarines se unen como si estuviesen pegados, simulando un abrazo y con esta posición desarrollar la danza.
Cuando la pareja baila separada o suelta, rompo la raíz establecida por los creadores, y a la modificación renovadora la denominan "fantasía".
Imagínense un tango ejecutado por una orquesta de la guardia vieja en tiempo musical que se tocaba al principio, o sea en 2 x 4, con aquellos músicos, que casi ninguno conocía, "Notación" la mayoría eran "orejeros" y lo volcaban a la "Parrilla" es decir como salía, con esos pobres sonidos que oía el bailarín, tenía que crear la danza y la creó, qué mérito grande el de estos bailarines que casi todos eran "orilleros"; recordemos al primero, hoy un poco olvidado: Pedrín de San Telmo, que sus mentas de extraordinario bailarín cruzaban todas las latitudes de la gran aldea.
Como el tango no tiene patrón coreográfico, lo establecieron al nacer los orilleros que siempre lo danzaban diferente.
Pero hay que guardar ciertas normas inamovibles como ser: elegancia, justeza, armonía, compás, ritmo y sandunga. Hay que agregarlos también la potencia, la fuerza y la comunicación con que se conjuga el movimiento. Buscando la pureza de las formas, en el momento de danzarlo, hasta lograr la belleza en la acción, con todos estos elementos se logra un buen danzarín.
La Milonga Moderna
Ahora que las grandes orquestas del tango están desintegradas y esos conjuntos que antes se utilizaban para bailar desaparecieron, ahora los que existen tienen costos tan elevados que es imposible controlarlos, por eso los empresarios que dan baile tienen que recurrir al disco para cubrir la falta de estas agrupaciones y por ende de abaratar los costos.
Como debe ser un buen negocio esto de dar baile, casi todos los bailarines que han logrado un poco de cartel en la milonga, por una circunstancia u otra ensayan la forma de hacer eso, para usar el conocimiento que tienen en la materia, la idoneidad y al mismo tiempo ganar dinero.
Algunos fracasan, porque no es tan fácil ser empresario, otros continúan luchando, salvando los gastos y los menos son aquellos que tienen su gente que los sigue a través de los años y algo ganan. Sin embargo el conglomerado que concurre a bailar siempre es el mismo, el aficionado a la danza pertenece a un grupo estable y permanente que de tanto en tanto se desgranan algunos y a su vez se incorporan otros, equilibrando la balanza.
La cofradía de los milongueros es como una familia, siempre concurre donde pasan las mejores grabaciones y por tanto frecuentan los mismos lugares, se logra un conocimiento entro los asistentes, que con el correr del tiempo se troca en amistad, es por esa misma razón, que no se compita más bailando como ocurría antes.
A la falta de los conjuntos orquestales, crea una nueva profesión, que es el disc-jockey, que ordena la manera de pasar los discos, de una forma que regula la danza, pasando música de un ritmo diferente, cada media hora, sin darlo preferencia a ninguna, no como antes cuando tocaban las típicas que el 50% era música de tango y la otra mitad era internacional.
Los tiempos cambian, los horarios para danzar son diferentes en la milonga moderna, está anunciada para las 22 horas, pero la mayoría de los asistentes llega después de la media noche, prolongase hasta pasadas las 4 horas.
Hay una tónica nueva, las mujeres pagan la entrada en los bailes, cosa que antes no ocurría pues era completamente gratuita.
Ahora hay bailes todos los días sin excepción, antiguamente se le daba preferencia a los días sábados y domingos, por ser días festivos como la gente no trabajaba era mucho más factible la concurrencia.
Autor: Carlos Alberto Estévez (Petróleo)
El milonguero
Ególatra por convicción, en el momento en que aprendió a bailar el tango con cierta soltura y dominada una cantidad innumerable de figuras y formas de baile, que lo colocan en un lugar de privilegio dentro de la danza.
Ya se cree el dueño absoluto de los movimientos, que los luce con un tren de superioridad menospreciba, está convencido que es el rey y no se aviene a ninguna reconvención, que te demuestre lo contrario. Porque no es así Ya que es la vista de los dem s la que lo ven y pueden ser árbitros justos, al respecto de la bondad de su danza.
Sin embargo, es indiferente a la opinión de los demás, sale a bailar envanecido de que ostenta galardones del mejor y luce en todas sus danzas la mayor cantidad de arabescos posibles. Está convencido de que haciendo el máximo número de registros o formas, es el mejor.
Sí por ventura, ejecuta un movimiento que es bueno, no lo luce en todos sus bailes, lo reserva para las grandes ocasiones, jamás lo va a enseñar, tiene miedo de que se lo copien y se lo guarda como una carta de triunfo, para jugarla, o mejor dicho, para usarla en el tapete de sus escenarios en el momento propicio.
Al tango, que es un sentimiento transmisible, lo domina en todas sus formas M cual siente la comunicación, que palpita en él y la vuelca con todas sus fuerzas.
En la milonga, siempre que puede, crea un clima de competición estableciendo un duelo silencioso, con los ocasionales asistentes, mostrando sus figuras, con todas sus fiorituras y adornos, amontonando movimientos, creyendo que esta manera es la forma más correcta y exacta de danzar.
Siempre va a danzar temas clásicos, de viejo repertorio rítmicamente bailables, siente la necesidad de mostrarse; muy pocas veces baila para él mismo, porque la ostentación y la vanidad le obligan a hacer movimientos exactos para mantenerse en el nivel superior, colocándose en los primeros planos, poniendo todas sus fuerzas y su empeño para mejorar y superarse.
Será siempre milonguero, porque para llegar a ser bailarín, tendrá que recorrer caminos completamente opuestos.
Carlos Alberto Estévez (Petróleo)
Danza Espectáculo
Si una pareja de bailarines se decide a prepararse para dar espectáculo, para vivir de la danza, para profesionalizarse, hay que dedicarse intensamente, y volcarse enteramente a ese menester.
Hay que trabajar en movimientos espectaculares y ensayar permanentemente formas que llamen soberanamente la atención, siempre respetando la raíz de la danza.
No harán el bailarín y la bailarina, un tango liso, un decir silencioso y comunicativo, que traspase los sentidos y llegue al fondo del alma, a lo íntimo, a lo interno, a lo que solamente lo pueden captar los que palpitan y saben de la emoción.
Hay que hacer un tango gimnástico que toque lo acrobático, espectacular que llegue a la sensación y original que ha nadie se le haya ocurrido anteriormente.
Así con estas formas se logra metalizar la danza y se gana dinero, pero bailando un tango, la pareja no puede sobrevivir.
Está bien que bailando el tango, para uno mismo, se logren una emoción y una satisfacción que cubren sin límites la ambición más exagerada, y complace su espiritualidad que necesita eso que el tango le dice y le comunica.
Pero de esa manera nadie lo va a contratar y de la otra, hay muchas mayores probabilidades, el público en general conoce muy poco de tango-danza.
Los bailarines que están en el espectáculo han fabricado una danza de tango que es de exportación, que se la venden a los turistas, que no tiene nada que ver con la. real.
Como los de acá también la ven, sus ojos se acostumbran a esos movimientos, que de tanto mostrarlos, se le hacen carne, como si fuesen valederos.
Pero el tango-tango, es otro.
Y así sigue delineándose la coreografía del tangodanza, ahora que la T.V. le da la oportunidad de mostrado en casi todas sus formas.
Lástima grande que sus verdaderos cultores no se aproximan; alguno que otro sí, pero la mayoría no se ha mostrado.
FORMAS DE BAILE
La lucha por ser el mejor bailando, establecida desde que nació el tango, sigue existiendo, 'los orilleros» la empezaron, la continuaron los que han venido detrás y no se extinguirá nunca, porque es una de las bases fundamentales de la superación de la danza, es algo congénito del tango, porque cada uno lo interpreta a su manera y lo define de acuerdo a su sentir.
Es el incentivo permanente que obliga a los que danzan a mostrarse en un plano de permanente superación.
Porque el bailarín de tangos siempre cree que la danza que muestra es la mejor, esa egolatría congénita que el 2x4 o 4x8 le transmite, así llama fantasía al tango suelto, denomina "canyengue" al exagerar y amontonar figuras y califica de "orillero" hacer movimientos antológicos que nos legó la antigüedad de la danza, "salón" es un tango liso, sin arrequives, ni adornos, caminando con elegancia, llevando ritmo y compás con exactitud milimétrica.
Un buen bailarín transita por todos los estilos y crea nuevas modalidades.
EXPRESION
Porque al bailar los porteños un tango, le agregamos ese decir misterioso, que nos transmite Buenos Aires, es un aire diferente, es un halo de danza personal, al igual que en el idioma: esa entonación o gracejo al hablar, esa modulación en la voz, que nos define, nos ubica y nos determina la latitud en que hemos nacido.
- A los movimientos les damos una expresión diferente, tan nuestra, que al observarlos podemos determinar, con exactitud, sin temor a ningún equívoco, quién baila como nativo de la ciudad y quién no.
Carlos Alberto Estévez (Petróleo)

Bailar
No me explico el impulso que lleva al hombre a bailar y porque lo hace, sin ninguna recompensa material, aún no ha sido explicado y es posible que el punto de vista que encara el bailarín, para enfocar el asunto, sea el de divertirse, otros por oír música, otra la conquista, y un sin fin de objetivos que quiere alcanzar el hombre que se dedica a la danza.
Al principio lo toma así, pero al tiempo la danza empieza a ocupar un lugar en el que lo obliga a perfeccionarse, para agradar a los que lo miran y la música. ocupa un todo su ser y tiene que bailar y hacerlo bien.
Entonces se la ocurre la idea de bailar bien y busca a los mejores profesores o maestros del género para alcanzar ese menester, empieza a ensayar con frecuencia, a practicar sostenidamente, a tratar de llegar al fondo de la danza, pero no hay nada que hacer, jamás llegará a ser un buen bailarín. No puede aprender, y otros que los dioses le otorgaron todas las condiciones naturales para ser el mejor bailarín, no tiene en si la llama de la ambición y no quieren mostrarse nunca, salvo raras veces cuando su indolencia se deja vencer por el orgullo y muestra su real capacidad que deslumbra o resplandece.
Lástima grande para la danza que pierde sus mejores a insuperables gestores.
Cuando un movimiento se gastó es decir se uso mucho, se modificó, se cambió, se refundió, se disfrazó, se hizo los¡¡, cuando cumplió su ciclo, hay que dejarlo aún lado y crear uno que lo sustituya en toda su extensión para suplir al anterior.
los movimientos son la vida de la danza, hay que renovarlos constantemente para alegría de los ojos que lo ven, así e1 ego del bailarín se justifica, en la creación y logra la superación ansiada o deseada.
La danza como las ideas, son de aquel que las sabe manejar el estilo es una cosa netamente personal, lo define un sello inconfundible que lo determina es la linea que traza las formas reales y exactas, el modo peculiar de cada uno.
MILONGUERO VIEJO
Cuando un bailarín tiene que salir en la milonga a bailar un tango, un tango de esos en que se juega el prestigio adquirido a través de muchos años en el trajinar milonguero.
Voy a narrar omitiendo el nombre de pila y el seudónimo del milonguero. porque no hace al caso para encuadrar las acciones que fue protagonista en la reprise a su círculo:
El hombre de marras se había retirado y ya vuelto a la rueda de mundo bailable, sus amigos que lo hablan sostenido como un ídolo a través del tiempo le piden que baile un tema.
No puede negarse, pero ahí están los que han ocupado su lugar, los que han acaparado sus aplausos o se han arrimado de cerca a su fama.
Y sale a bailar poniendo su prestigio como escudo se busca a sí mismo para encontrar las fuerzas necesarias para superar el evento y no las encuentra.
¿Porqué no las encuentra? Voy a contestar: el tiempo no perdona, en danza nadie se puede detener lo de ayer ya pasó está colgado en la percha del recuerda, hay que avanzar, sino los que vienen detrás nos pasan por arriba.
El bailarín tiene que ceder al empuje del tiempo, no puede sostenerse a través del calendario.
Por eso ese viejo bailarín perdió la partida, porque el reloj dijo no, y la fama, acumulación de elogios y loas. Se desmoronó como un edificio construido. Sobre arenas movedizas.
Que es lo que llevó al bailarín a salir a bailar: satisfacer su amor propio, porque en el fondo no hay más que ello. No tiene otro objeto que el mero hecho de querer ser el mejor.
La fuga del tango coreográfica en la imaginación del bailarín se produce cuando deja un tiempo de bailar.
Las ideas están presentes pero cuando las quiere desarrollar se le embotan, por falta de práctica permanente.
Por eso cuando quiero cotejar los valores de formas al danzar un tango, se encuentra que sus figura son añejas, añadiendo la falta de estado atlético que se requiera para bailar bien.
He ahí porque en la danza se necesita un entrenamiento constante para poder coordinar los movimientos con las ideas.
Si alguna vez se alcanza la cúspide o una altura respetable en este menester, para mantenerse en ese nivel es necesario superarse mentalmente y cuidar su estado físico en base a un entrenamiento ordenado.
De lo contrario lo ocurre lo que lo sucedió a este viejo milonguero.
FUERZA
¿Qué fuerza empuja al bailarín de tangos a ser mejor y superarse permanentemente para el logro de alcanzar el Estrellato en su danza?
la vanidad no creo, el dinero tampoco, porque se gana muy poco, salvo honrosas excepciones.
¿Qué es lo que puebla el cerebro del bailarín, que ideas fluyen de su imaginación para sentirse poseído por el tango?
Lo único que comprendo que siempre quiero ser el mejor o el primero en estas cosas y hace todo lo posible por conseguirlo.
Autor: Carlos Alberto Estévez (Petróleo)
AFORISMO
El tango nació para ser bailado y no se lo puede cambiar de orientación, su destino está signado, es un mensaje que lo expresa la danza.
CUANDO EL TANGO EMPIEZA A ANDAR POR EL UNIVERSO
Cuando los orilleros y la chusma inventaron el tangodanza y el pueblo lo hace propio, adornándolo con movimientos expresivos y enlazados, sin perder en ningún momento el sabor y las formas originales comunicativas, en ese instante, es cuando la danza gana altura y acompañada de su música, empieza a recorrer el mundo.
En su periplo, primero se instala en París (Francia) que lo acoge en su seno, como si fuera su hijo pródigo, empiezan a emigrar los bailarines y los músicos de nuestra patria, para venderlo como si fuera una mercancía y al mismo tiempo hacer conocer su coreografía los unos y sus composiciones los otros.
Así los argentinos coparon la capital durante en los primeros años de la segunda década del siglo, enseñando y difundiendo el tango que en aquellos tiempos era el baile de moda.
Cuando pasa la euforia de esta danza, algunos de estos retornan a su tierra y otros se afincan en esos ¡ares sin volver jamás.
Pero no hay que negarles a estos, que fueron los verdaderos embajadores de nuestro tango, lo mucho que hicieron por él, enseñándolo a bailar y a ejecutarlo, en su forma verdadera y auténtica.
En nuestros días aquella manera de expresarse, con sus movimientos, su postura, el enlace, la distancia, sus brazos y los pies, desaparecieron, porque las formas añejas, de la coreografía, se fueron modificando hasta alcanzar visualidades nuevas, que lo hacen más lindo y más perfecto,
También se lo oye de manera diferente, porque los temas viejos son interpretados de otra forma por los conjuntos musicales modernos, alcanzando un sonido tan justo, que el bailarín tiene que superarse, para transportar esas notas tan gratas y llevarlas a sus pies en forma real y exacta.
TANGO PERFECTO
Para hacer un tango-danza perfecto, un tango ideal, que se acerque a la belleza donde todas sus formas sean equilibradas y trasmita el mensaje en toda su extensión, me pregunto cómo haría, ya que no hay ninguna coreografía definida que establezca normas al respecto.
Se tomaría la manera de danzar de los grandes bailarines de todos ¡os tiempos, extrayendo de su baila lo mejor de cada uno, para aplicarlo como modelo, para el prototipo a crearse:
Del (Cachafaz) B. Bianquet:  Su parada y su decir.
Del (Mocho) B. Undurz:  Su elegancia y su ortodoxia.
Del (Gallego) J. Mendez: Su velocidad y su canyengue.
Del (Vazquito) Jorrare:  Su caminar y su emoción.
Con todas estas virtudes se podría lograr, hace alrededor de cien años en la danza de nuestro tango, y todavía no hemos logrado un bailarín, que conjugue, todas estas condiciones.
Sin embargo no pierdo la esperanza, espero que las generaciones futuras, cuando analicen todos los movimientos realizados hasta el presente, tomen y elijan los mejores, para gestar un tango-danza, superior al bailado hasta si presente.
Para tratar de poder trasladar el mensaje con toda su plenitud, aparte de ejecutar las mejores figuras, caminar con garbo inigualado, transmitir las emociones que contiene el toma y darlo un colorido interpretativo, que vuelca y comunica el músico en el momento de ejecutarlo, porque hay que posesionarse de la fuerza interna, que nos transmite el tango en el preciso momento de ponernos a bailar, hay que concentrarse al infinito, abandonando todos los exteriores que pueden perturbar la entrega, infiltrándose en el mismo fondo de la danza, para poder mostrar el secreto indescifrable que contiene.
Sin la traslación que nos lleva la música, y la posición real de todos los elementos psíquicos que Influyen en nuestra sensibilidad, para poder realizar ese conjunto de movimientos que se denominan coreografía, así le damos fuerza y expresión a esos sonidos que oímos en tiempo de tango.
Así buscamos la danza perfecta, el colorido y los matices exactos al pintar la tela del ensueño, la manera sublime de expresarse.
Así llegamos al tango justo, al tango superior, al tango cumbre, al que solamente podamos volcar la cuota de corazón necesaria, para hacerlo conmovedor y humano.
Si los filigranas, los arabescos. los cortes, le dan un tinte original, eso no es definitivo, solamente la transcripción exacta del motivo del tema, llevado por la mano, por el arte del bailarín, que lo troca en belleza o interpretación y comunica el mensaje en toda su extensión.
La más difícil danza del mundo, no tiene patrón coreográfico, ahora hace una incursión a la alta academia. porque los bailarines de escuela ahora danzan tango clásico (con música de Piazzola) y le adosaron una coreografía la de John Clifford, así tornamos todos los caminos, para poder llegar algún día a la ansiada meta.
Carlos Alberto Estévez (Petróleo)
El Cachafaz
(Jose Ovidio Bianquet - Año 1910)
Discutido en el recuerdo por su coreografía creativa y pintoresca, su empilche "dubute" de corte milonguero, su "trucha" picada de viruelas, sus "minas" con el decir de arrabal, es mas o menos el retrato de este extraordinario bailarín de tangos, que compitió con los ases de la orilla, los inventores de la danza y con los que vinieron después; Elías Alippi, el flaco Alfredo, J. C. Herrera y otros que la memoria no recuerda.
En el año quince, se prende en una topada en el "Parisien" con el famoso "Lecherito Ain" el que después baila ante el Papa S.S. Pio X, y lo derrota, así era el tango, había que mostrarlo y hacerlo competitivo.
En el veinte aparece otro monstruo del dos por cuatro, que abandona su Avellaneda, y se nos viene para el centro, pero es de otra línea de tango, le decían el "Mocho", con el no llega a enfrentarse, pero sí con el "Gallego" Méndez, la pulseada es en "Lido" allá por el año treinta, pero esta vez le toca perder nada menos que con el rey del canyengue, había que aceptarlo los bailarines cumplen su ciclo, no se pueden perpetuar.
Unos años antes había derrotado al Pardo Santillán en la milonga habiéndose apropiado por gravitación propia de la corona de la universidad del tango.
¿Era su danza la mejor, me pregunto al recuerdo?, trayendo su coreografía a mi retina para mostrarlo: esa "Corrida medida" esa "Media Luna" exacta, ese repiquetear compadrón, ese deslizamiento con un pie arrastrando el otro y ese compás impecable, no era complicado en el decir pero si seguro en la transmisión.
Pero el tango era así, no se había inventado el neo, ese con movimientos diferentes a los primitivos, ese que empezó alrededor del año cuarenta. Sin embargo el cargo con la responsabilidad de eternizarlo, de llevarlo a las tablas, de mostrarlo en el mundo, luchando a brazo partido con los enemigos encarnizados del tango, que en aquellos años había muchos.
Era un bailarín autodidacta, era un creador inmutativo, se dedicó con todas sus fuerzas, al mandato interior, nació, vivió y murió para bailar.
Le debemos la leyenda y el sueño del firulete y la ilusión de algún día poder superarlo.
GLOSARIO:
Debute: excelente, muy bien.
Trucha: cara.
Mina: mujer.
Milonga: baile, local donde se baila.
Corrida: figura de tango, se avanza con ambos pies
en zigzag, alternando los ángulos, entrando y saliendo.
Media luna: coreografía de tango, que describe la
forma de una media luna.
Lido: confitería, balneario que se danzaba.
Carlos. A. Estévez
José Orradre ("El Vasquito") - Año 1940
Qué bailarín con mayúscula en la expresión tanguera del año cuarenta, cuando danzaba con la infinita elegancia del decir y la plasticidad de sus movimientos exactos, lástima grande que no dejó nada filmado al respecto. Porque no se puede transmitir en la suprema constelación del tango, la manera y la forma de comunicar las sensaciones secretas de la danza, sin sentir la emoción íntima, que sobrecoge al espectador, ante el mensaje perfecto.
Los ojos que la miraban sus órbitas se dilataban. viendo sublimadas las formas exquisitas, sin perder detalle, de sus ajuste y equilibrio, en la armonía real de los movimientos. La piel se erizaba al seguir el curso de su deslizamiento, que se trocaba, ora en sueños ora en mensajes, describiendo con exactitud matemática, los arabescos que le dictaba su imaginación, al compás y ritmo perfectos de la música que danzaba, superando con el mensaje coreográfico, la concepción M decir del tango.
Qué bailarín que emocionaba, por la manera de expresarse, porque era tan simple, tan sencilla, tan comunicativa, que . e la formas del decir eran perfectas.
Por eso la sensación que recibía el espectador, era tan fuerte que no se podía sobrecoger, en la emoción del mensaje que veía y tenía que estallar en el aplauso, único premio, que podría brindarle.
Al hacer viajar la imaginación por las estrellas, para ganar altura, para buscar formas superiores, en la concepción de la danza y alejarse de la tierra o sea de la realidad, después con las nuevas formas descubiertas y el sueño hecho vivienda, para mostrarla a los terráqueos, lo que es el decir de los astros y las formas de los movimientos celestes, transportados para materializarlos a nuestros ojos.
Así era la danza que ejecutaba este gran bailarín, que se expresaba con mucha altura, usando movimientos simples y perfectos, comunicando todas las sanciones habidas, hasta llegar delicadamente a la emoción.
Su danza tenía la belleza serena y transmitía sublimidades exquisitas.
En vida se llamó José Orradre, se fue el 2-12-62 (Q.E.P.D.). Fue el bailarín que tuvo Juan D'Arienzo, aquella noche de diciembre, que llovía a cántaros, entró en coma y no salió.
Carlos Estévez
Tango Bailado posición correcta: Brazo extendido el izquierdo a la altura de los hombros, cuya mano cierra la de la mujer o compañera. que llena su mano derecha a la altura del hombro, es la que cierra el hombro con su mano.
Cabeza mirando a la izquierda, su compañera a la derecha, mirando la vista, en dirección a las dos manos juntas.
Casi rozando las caras sin tocarse.
Hombros completamente horizontales en ambos bailarines.
Los pechos tocándose ligeramente.
La mano derecha del hombre, los dedos completamente cerrados, sobre la espalda de la mujer, y este brazo enroscado, por. debajo del brazo izquierdo de la compañera, para ir al centro de la espalda de ella.
Mano izquierda de la compañera, apoyado sobre el hombro derecho del hombre.
El enlace debe ser perfecto, no se deben separar en lo más mínimo, cuando danzan juntos, deben mantener la misma distancia, la menor posible entre los dos cuerpos.
De ninguna manera debe soltarse la compañera, de los brazos del bailarín, de lo contrario en vez de bailar tango, se hará un fantasía, con el ritmo del tango.
Marcar, hacer con esta postura los movimientos que le dicte la música, siempre al compás y el ritmo que determinen los interpretes, que son los que ejecutan el tango ya sea en 2x4 o 4x8.
Siempre se sale con el pié izquierdo, al hacer la salida, tratar de hacer una figura y después caminar, nunca hacer figuras sobre figuras, sino alternarlas con el caminar.
Tener presente que siempre hay que cerrar después de caminar o frasear o hacer alguna figura.
Que es cerrar?: es juntar el pie derecho con el izquierdo o viceversa, en todas las parte del tango. Se hace esto menos cuando viene la variación, que el tango cambia de ritmo, por eso hay que cambiar de movimientos.
Es de buen bailarín cerrar, es la terminación del movimiento si se cierra el pié derecho con el izquierdo, casi siempre se sale con el izquierdo. Pero si se sale con el derecho, se origina un contraste, en la repetición, es cuando hay que dejar pasar un tiempo, para no obstruir la danza.
No baila mejor aquel que hace o que luce mayor cantidad de figuras ó movimientos que otro que danza con un reducido número de ellas, baila mejor aquel que comunica el mensaje, que se desliza con corrección y elegancia, trasmitiendo las emociones que contiene el tema. Siempre, siempre baila bien aquel que comunica las sensaciones, que lleva el ritmo y el compás con exactitud y conjuga elegancia con figuras.
Otra de las características del buen bailarín de tangos es caminarlos pecho a pecho, de frente, con pasos largos, rítmicamente acompasada y Después "tranquearlo" que es: los primeros pasos completamente alargados, los pasos siguientes más cortos, siempre los pechos juntos y de frente.
Carlos Alberto Estévez (PETROLEO)
Posturas
El tango es una de las primeras danzas M mundo, que se baila enlazada, la posición que tiene en su faz inicial, es de cuerpos completamente pegados, brazo izquierdo del hombre arriba de la cabeza, llevando a igual posición, la derecha de su compañera.
Se mantiene mucho esta forma de tomar, hasta que los morenos la modifican, el brazo izquierdo y la mano, lo bajan pegado a su cadera, izquierda la de pareja igual. El brazo derecho a un Costado de la espalda, que sirve para manejar o llevar.
Poco tiempo dura esta forma de tomar, hasta ir a esta otra que era: cuerpos hechados para adelante, los pechos apoyándose mutuamente, formando un grado de 351 grados, en la parte inferior de la pareja, lugar que tienen las piernas y los pies, para hacer arabescos y adornos, brazos dimensionados a la altura de los hombros.
Se uso esta forma hasta el años 1930, así hasta llegar a la última que es la que se utiliza ahora: cuerpos enlazados, rozandose ligeramente, brazo izquierdo del hombre, a la misma altura de su hombro, caras mirando hacia el mismo lado.
Nunca se debe desprender o soltar de brazos a la compañera, para mantener la linea de origen, porque si se incurre en esta variación, se convierte en lo que llaman "FANTASIA"
La cabeza de la mujer tiene que mirar a la derecha y la del hombre a la izquierda, en dirección al puño que cierra las manos.
Nunca la mujer debe llevar su cabeza, a la posición de hombro derecho de su compañero, ni su brazo izquierdo, enroscar el cuello del hombre, debe posar en el hombro derecho del compañero.
Estas son hasta el presente las modificaciones, que hubo en la postura, en enlace y la toma, cuando las formas se generalizan, usándolas todos, se hacen normas.
Mandos
Cuando la pareja se constituye, para mostrar el tango danzado, tiene que tener una dirección constructiva, guiada por la personalidad de uno de sus integrantes, que determina las maneras del decir y las formas con que desarrolla su discurso tanguero
Primero: cuando el bailarín y la bailarina, comparten por igual la coreografía tanguera, cuando los dos conjugan los mismos movimientos, sin sobresalir ninguno, sin superarse uno del otro es cuando el duo o dueto al unísono comunican la danza, a la vista del espectador, con la fuerza y justeza exacta, complementándose a la perfección, en busca del mensaje. Eso es lo correcto.
Segundo: cuando uno de los dos sobresale, imponiendo su danza a todo trance, dejando supeditado al solo hecho de estar a su lado, a la compañera o compañero en la ejecución de los movimientos, sin dejar un momento de lucimiento para ella o para 61 haciendo un monólogo en el discurso.
Así la danza se obscurece y no deslumbra.
Tercero: cuando los dos que bailan se pelean, porque establecieron un duelo de supremacias cogeográficas es una pugna por sobresalir, ya que ambos contendientes dejan hacer al rival, que es la compañera o compañero, todas las figuras que se le antojen, para después hacerlas suyas a la manera de imposición, siempre los dos respetando el compás pero se quieren imponer mutuamente.
Aquí el tango gana originalidad y creación, no perfección y ajuste porque ambos arriesgaron movimientos nuevos para imponer sus formas o maneras (le danzar, pujando ambos por ser mejor.
En esta tercera posición se habla de bailarines, que ya han caminado bastante, por las sendas trilladas o rutas reinoLas del tango y cuando se encuentran, pujan por imponerse.
Por eso siempre en la conducción de la danza se impone el que tiene mayor personalidad.
Si bien el mando debe ser compartido, en las formas cogeográficas, la pareja perfecta es aquella que conjuga trasmición con movimientos, en la armonía de los encuadres plásticos, aquellos que tocan de cerca lo lindo, hasta encontrar la ruta de la belleza.
Vale decir que haciendo una traslación del vocablo autarquía, que es la forma de gobierno, que el poder supremo reside en dos personas que ejercen simultáneamente el mando, así en la danza, en mando compartido sería lo ideal.
Carlos Alberto Estévez (PETROLEO)
Las Exhibiciones
El hombre de Tango-Danza. cuando sabe un poquito más, que el bailarín común, acaricia la idea o sueña con dar una exhibición, y para ello ensaya con su compañera la mayor cantidad posible de figuras o pasos de baile, para mostrarlo en un solo de danza, que se denomina: exhibición.
El sueño se ha hecho carne: ha resultado ganador de un torneo o certamen, entre aficionados, cosa que el cree un título habilitante o diploma de idoneidad para poder competir con cualquiera.
Si por ventura tiene una "barrita" de simpatizantes que lo siguen y lo acompañan a todos lados halagándolo, son los que le piden a viva voz, que baile. "Sólo" "Sólo" es el grito con que acompañan el pedido. A partir de aquí, él cree que la danza que baila tiene que mostrarla.
Y para ello se ofrece gratis para actuar en algún salón de baile, club o peña, u otro menester, en los que se congregan los bailarines de tango, público que le quiere mostrar su manifestación.
El sabe que bailando en estos lugares o en la milonga es vidriera o cartel, que vale para otros menesteres, si es que mañana llega a hacerse profesional.
Casi siempre estos bailarines usan una cantidad de figuras y formas exageradas, se creen que cuantos mayores números hagan, son los mejores, sin preocuparse en lo más mínimo por llevar el compás y el ritmo, tener elegancia. tomar con soltura, decir con claridad y sencillez el lenguaje de la danza que es comunicar emociones y trasmitir sentimientos.
Sueñan con ser profesionales; si alguna vez lo alcanzan: pobre de nuestro tango.
Carlos Alberto Estévez (Petróleo)

La Milonga
AFORISMO
El tango capta la sensibilidad de mentes sencillas, entra por los oídos, por el cerebro, por el corazón y el espíritu. Cuando nos atrapa, así como una telaraña invisible, no logramos deshacernos jamás, Y morimos con él. como una mosca prisionera en su red.
Toto Cirilo

Es una palabra que los porteños la usan para determinar un lugar donde se puede bailar con ciertas licencias cogeográficas, con la asistencia de gente que, en su mayoría, les gusta la danza. Pero no es solamente el escenario o vidriera donde se muestra entero el bailarín de tangos, para lucir sus arabescos complicados, sino también una escuela o universidad de coreografía.
Este reducto está compuesto de la gente más heterogénea y diferente que tiene sus leyes propias, dictadas por el devenir del tiempo y las costumbres que las hicieron normas.
Algunas de ellas son: cómo respetar a los ausentes; si éstos son amigos, no bailar con la compañera o mujer de los que no están; es corno una prueba de amistad.
No bailar deliberadamente frente a otro bailarín, luciendo figuras exageradas, con el objeto de mostrar habilidad y destreza, con el motivo de herirlo en su amor propio, porque no hay mayor ofensa que bailar con corte y darle ‘‘chique" a otro bailarín.
No se baila con mujeres que tuvieron relaciones con asiduos a la milonga.
Hay que comportarse con equilibrio y ser sobrio en todas las actitudes. No sacara bailar a muj . eres comprometidas no cabecear a las que están acompañadas.
No gritar al hablar, casi siempre los milongueros usan un lenguaje obsceno creyendo que, hablando así, son mucho más hombres. Vestir con sobriedad; no "garronear", al contrario, darlo todo, sin ser "gil", sin esperar nada, es decir, no esperar retribución.
Bailando, seguir la línea de danza, siguiendo la orden que marca el salón, que casi siempre es la izquierda del hombre; no cruzarse, no pechar, no usar los codos, no llevarse por, delante a ninguno, ni tropezar, cuidando todos los detalles por pequeños que sean.
No pelearse por una "mina" por linda que sea por que baile mucho, esto es (te poca "clase" porque pareciera que fuese la única.
Para los milongueros, no hay mejor bailarín que ellos, subestiman a los demás haciendo públicos los defectos que tienen en su danza, solamente ellos tienen condiciones de superdotados, son ególatras.
El milonguero quiere ser el mejor bailarín, aunque no lo sea. Sin embargo, pone su empeño y su alma para alcanzar este objetivo.
Siempre que puede, concurre a la milonga que es una enfermedad congénita en él; no puede sustraerse de asistir, para poner en el tapete de sus hazañas el naipe ganador de su baile y sus conquistas.
Porque el bailarín de tangos está atado a la milonga toda su vida, como si fuese el cordón umbilical de su propia existencia. No puede desprenderse de esa inclinación mientras viva, ya sea por bailar, o para la conquista o si no para escuchar música. Lo real es que siempre está en ella, como un pensamiento fijo o un sueño permanente.
Es muy difícil que un bailarín que esté en el espectáculo, no haya pasado por la milonga, porque en este escenario puede aprender todos los cortes imaginables y la coreografía sentida de la danza.
Siempre la milonga le otorga el diploma de capacidad profesional y una formación superior, en el difícil arte de bailar el tango, que no se puede adquirir en ninguna parte.
En el misal de la milonga al tango se le hace una liturgia digna de su categoría. Comienza la ceremonia con serias caras, cuerpos entregados, prohibido conversar, cuatro piernas que conjugan movimientos dictados por el cerebro en busca de la belleza, tocando la nostalgia, el recuerdo, la tristeza y el olvido, hasta emborracharse de emociones
En un momento dado en el tango, todos los bailarines que se dedican a este menester, logran alcanzar la altura máxima o cumbre en la danza, y después como si esto estuviese signado por el destino o por equilibrio que regula las cúspides, ocupa otro su lugar, estableciendo una norma, de que es muy difícil mantenerse a través del tiempo en Primera plana.
Será porque la danza se envejece al ejercitarla permanentemente, al mestrarla en los momentos que se está en primera fila, se gasta al ser vista muchas veces, pierde su originalidad y sus movimientos se añejan por más ordenados y exactos que sean.
Pero a veces su línea tanguera sirve de escuela, porque todos los bailarines copian sus movimientos o tratan de imitar el estilo, las formas, la postura, y por lo tanto establece una corriente cogeográfica distinta y una nueva manera en el decir.
Al comenzar esta nota con un aforismo del Toto Cirilo pensamiento donde el hombre se enreda con el tango y muere con él; en la milonga ocurre una cosa parecida con él, Iodos los milongueros tienen que concurrir como un cementerio de elefantes, figuradamente y morir en ella.
GLOSARIO MILONGUERIL
CHIQUE: actitud de provocación
GARRONEAR: no pagar nunca
MINA: mujer, modismo que se usa en la milonga
GIL: tonto, zonzo, otario.
CLASE: calidad, condición de distinguir
AUTOR: CARLOS A. ESTEVEZ (PETROLEO)
"Los músicos del oído"

Los músicos que tocan y componen temas para el oído, no son músicos de tango, serán superiores, pero es seguro, que le falta sentimiento y ritmo, porque el tango nace para ser bailado, cuando pierde esta condición, se acepta completamente de la finalidad real de su nacimiento.
Los que hacen música de Buenos Aires, alejada, a mucha distancia de los pies, escriben y tocan para el oído, no pueden denominar tango a eso que han escrito y ejecutado.
El tango danza esa conjunción de movimientos en lazados, que ejecuta la pareja, sin separarse en lo más mínimo de sus cuerpos y desarrolla efectos gratos, a la vista de quienes le observan gestando esa gran cantidad de posturas, una originalidad es patrimonio de todos los que sentimos y transmitimos rítmicamente nuestra danza.
Quienes no crean música, para ser bailada, se aleja años, danza, de su motivo original de nacimiento, al respecto de alejamiento, en este momento, pese a la promoción, que el gobierno ceda al tango., la juventud de nuestro país, no tiene el incentivo de bailarlo, eso que es su danza, porque parece ha perdido el sentido de danzarlo. Es a la inversa de aquellos tiempos idos cuando la juventud de ayer, ponían la fuerza ejecutiva para mantenerlo en vigencia. por ser nuestra danza de patrimonio nacional, que nos Identifica ante el mundo.
Cuando los compositores escriban tangos rítmicamente bailables hay muchos nombres es Buenos Aires, que vive creando movimientos coreográficos. Son los que traducen la música, en paso danza, estos creadores actualiza permanentemente nuestra danza, para que tenga la frescura de la nueva y no envejezca nunca.
Ponen el calor de sus fuerzas al servicio del tango danza, no solamente creando figuras o
formas, sino también estableciendo normas de comunicación que este requiere, para darle el espaldarazo para lo que fue creado, es decir para ser
Carlos A. Estévez (Petroleo)

En Busca Del Patrón
El tango es una danza, que no tiene patrón coreográfico o sea una determinada cantidad de movimientos ordenados y fijos, con que se bailan otras danzas o bailes.
Por eso noche a noche en la milonga; el bailarín de tangos, tiene la preocupación de exponer, su discurso Tanguero con nuevas palabras, diciendo de otras maneras, cambiando las formas plásticas, hasta lograr que las miradas de los demás se pasen en 61 sostenidamente, y lo sigan contemplando, esto es sólo cuando muestra movimientos nuevos, esos que son dictados por la inspiración, que se ajustan íntegramente a la notación, que trascapan y convierten las notas de música, en pasos o figuras, como si fuera un ilusionista que saca de su galera las formas originales, que se encuadran dentro del ritmo, hasta desechar y marginar las que él usaba hasta este entonces.
Así el hombre que baila logra un sentido a su pasión que es la danza, cuando llega a provocarla expectativa en el momento que sale a bailar, logrando que 11 movimiento sea admirado, porque encuadra perfectamente en el fondo musical.
Siempre cuando conjuga una frase exacta o un fragmento en su locución tanguera, tiene que acompañar el movimiento con otros que le hagan pareo, para respaldarlo, es como buscar el apoyo, donde levante el pilar de protección, buscando el proceso evolutivo de la creación.
El milonguero es el que aporta con sus formas, figuras justas, fraseos exactos del decir, en busca del patrón propio.
Es así como se logra en la danza las modificaciones que ella requiere, lentamente, despaciosamente con el aporte de todos, para incorporar los prismas nuevos e integrar con todos los movimientos originalesñ
Cuando las notas de música llegan al oído del bailarín, en tiempo de tango, ahí en ese momento se produce el primer encuentro auditivo, que lo comunica al cerebro, quepa ordenes y provoca la energía, que determina el movimiento o seguir, impulsado por las extrañas fuerzas de la creación, que cada ser tiene de acuerdo a su personalidad.
Cuando se logra un movimiento MADRE, quiero decir Un tronco real, del cual se pueden generar o desprender otras formas, porque contiene raíz del cual derivan incontables gajos, pero siempre tienen una estructura en base a esta expresión, que le dio origen, es cuando se cambia, se transforma, se parece, se disfraza se asemeja, se combina, se modifica en las formas, pero no en su contenido real que es la base que determina sus nuevos encuadres.
Por eso lo defino como MADRE, porque es el movimiento generador del cual derivan innumerables formas en busca del patrón perfecto, el milonguero aporta su permanente preocupación por mejorar la danza, que baila incorporando las formas nuevas que se imagina o que inventa, otras veces se equivoca, porque toma otro camino, que es la deformación del movimiento, o el enredo del mismo, porque al buscar la originalidad, pierde la elegancia y se desordena, entonces cae irremediablemente en el vocablo de "verdulero" por con que se define el que amontona, figuras tras figuras, sin mantener orden, ni ajuste, ni método, ni elegancia ni compás.
Una vez encontrada la forma, hay que munirla de sentimiento, para poder decir como asumir el dolor o encarar la alegría, a su vez hay que datarla de un colorido comunicativo, suplantando a las palabras en ese lenguaje mudo, que es la danza.
Así se va gestando nuestro baile ciudadano, en busca del patrón inexistente, gastando energía generadora del movimiento, impulsada por el cerebro, que crea las formas y le da fuerza a la expresión.
De esta manera logramos mantener la danza, actualizada, ignorando movimientos nuevos y originales para darle un colorido exacto a esta pintura que es el tango.
Carlos A. Estevez (Petróleo)
Evolución Del Tango Danza

1880 Primera Etapa: Al nacer el tango y bailarlo, su coreografía es primitiva: los cuerpos se enlazan, de la mujer y del hombre hasta formar una sola pieza, juntos apretados caminan para atrás, y adelante, buscando el compás, de derecha y de izquierda y viceversa.
1889 Segunda Etapa: Todavía se rendía culto a la sensualidad. Por eso la toma, se ejercía siempre cuerpo a cuerpo. Sin buscar la danza, seguía siendo un pretexto, para aproximarse. para estar unidos.
El Tango está en gestación se danzaba en los prostíbulos, Bailetínes de la Rivera, o en algunas casas de mala fama y en las romerías del barrio alto.
En este periodo, se empieza a hallar en la ciudad, la milonga primero haciendo burla a los morenos o n negros casi siempre se hacía esto, en los velorios de los angelitos o carritos, que se festejaban dando una reunión bailable. Se mofaban de la gente de color imitando su enlace y su postura.
1900 Tercera Etapa: He aquí cuando entra a tallar el orillero este personaje de los arrabales porteños, que vivía casi permanentemente en los prostíbulos o se afincaba en las "casitas", que toma todos los elementos bailables creados hasta entonces, los corrige, los disfraza e inventa un sin fin de movimientos nuevos y originales, creando el tango bailado en su forma real, es decir dándole forma de danza, desprendiendo el sexo de la función bailable.
1920 Cuarta Etapa: Ya está armado el tango, se toma con el brazo Izquierdo, arriba de la cabeza, hay movimientos a montones: corridas, medias lunas, quebradas, ochos, cortes y sentadas, ritmo dos por cuatro, tomados siempre bien juntos.
1925 Quinta Etapa: Nueva postura en la toma, se juntan los pechos, del hombre y de la mujer, se separan las piernas, formando un ángulo de 35º, porque de esta manera. hay más espacio entre las piernas, para poder hacer y lucir, mayor cantidad de arabescos y figuras.

1930 Sexta Etapa: Los bailarines cambian la posición tanguera, se modifica el compás, se danza cuatro por ocho, pasos más largos, se incorpora el sobre paso de la mujer, hecho por delante, se camina, el brazo izquierdo del bailarín a la altura del hombro.
1940 He aquí cuando la danza llega a la cúpula de la perfección, se baila 4 x 8, eso en ritmo, posición correcta en la toma: brazo Izquierdo a la altura del hombro y el derecho de la bailarina en la misma forma, se camina fraseándolo, se Incorpora el giro de izquierda y derecha, el doble y el triple, los arrastres, las picadas, los voleos, los ganchos, los traspiés y todos los movimientos nuevos con los que se baila, hasta el presente, que entierra definitivamente al tango anacrónico y legendario.
CARLOS A. ESTEVEZ Petróleo

Erase una vez tango (pero se le fue)
Aquel bailarín famoso en la milonga, aquel que dibujaba arabescos, en cada encuentro con el cuadrado, aquel que diseñaba figuras impecables, aquel que cambió las estructuras coreográficas del tango pretérito, aquel que cuando sufrió el bajón, siguió batallando para mantener lo actualizado en su faz coreográfica teniéndolo al día. Montando una custodia permanente, con un estado de alerta y una vigía sin límites.
Ahora que empezó a subir hasta las cumbres, contempla su labor, desde el 11º año, su línea todavía esta presente, un poco desfigurada, por las deformaciones en los movimientos claves, pero igualmente se mantiene en la raíz de las figuras, donde se mantiene intacta, a través del tiempo y del uso.
Como se ha tomado la costumbre de hacerle homenajes, él no los rechaza, son muchos incontables en ellos siempre le piden que baile y lo hace, no con la brillantez de -las décadas pasadas cuando deslumbraba sino modestamente, con un decir sencillo y comunicativo. Pero en la última demostración que le hicieron, salió a la pista. Con una compañera improvisada, al tomar la posición de baile, se dio cuenta que su discurso, se le había ido. El tango se le había evadido. Esto no le había ocurrido nunca,
no sabía que decir, para salir del paso: caminó con justeza, y elegancia, cubriendo así la falta de contenido, ya que no le podía comunicar nada a su compañera y al público menos, ya que la transmisión que necesita el tango, es de ideas, no de formas.
Quiere decir que cuando se le escapa del alma el tango, no se puede bailar, no se puede improvisar una danza hueca, *con movimientos mudos, tienen que tener la raíz de sentimientos para alcanzar las facetas de la emoción y lograr así, un discurso exacto, comunicativo y al mismo tiempo expresivo.
Trance terrible sufrió el bailarín cuando estaba en la palestra, ya que se encontró, que no sabía que decir, si hubiese sido un profesional, saldría del paso fácilmente ya que ellos montan su coreografía anticiapadamente, y la ordenan numerándola, a diferencia del milonguero, que improvisa su.discurso inventando movimientos en cada encuentro que tiene con el tango.
Sin el sentimiento fuerza real, en la comunicación tango-hombre, cuando, se evade este sentido, el bailarín se siente perdido, enmudece, reduce su locución al latinismo (nihil) nada.
Al hacerme esta confesión, el bailarín de marrás, me cuenta, que siempre criticó a un colega suyo, por este motivo, creyendo que no existía, pero ahora que lo sintió en carne propia recuerda una sentencia del escritor Anatole, France que reza. así: "Toda acción vituperable, pierde su carácter de tal cuando llega el' momento de realizarla" que le cae de medida-
A propósito se llega a la conclusión que las formas en la danza, resultan gratas a los ojos, pero no son fundamentales, lo que vale es el pensamiento, que da fuerza a las formas, haciendo perfecto la interpretación y librando así la comunicación que la idea requiere y que luego llega al público, cuando el bailarín se posesiona y la trasmite.

Ramón Rivera (Finito)
Les presentamos una reseña más del ayer y el hoy a través del tango.
Aquel jovencito que llegó con su tango añejo, de villa Pueyrredón al barrio de tango nuevo (Monte Castro), donde lo aprendió y lo elevó con su genio, hasta alcanzar cúspides inaccesibles, mezclando sabor con gusto, suavidad con dulzura- en su vuelo raudo de cóndor, en busca de horizontes, altos y estelares, en su ruta tango-danza.
Doble mérito, porque dejó pasar veinticinco años, para mostrarse ya que crió sus dos hijas (ambas abogadas) y a un hijo comerciante, para después salir a la palestra.
La compañera, su señora esposa (Maria Teresa) lo acompañaba como una sombra, así podía decir, su mensaje, que era un sueño, al decir parafraseando, refiriéndome a su tango danza, ese monumento de ideas hecho movimientos.
Su baile era una conjunción de formas, en busca de la belleza, hecha con un accionar de recursos naturales, ora se deslizaba sin tocar el suelo, otras veces lo acariciaba, hasta que irrumpía en el "giro" que lo describía dándole un sentido egocéntrico, como si fuese el mago del equilibrio en persona.
En la emoción del tango, era el tango viejo y el nuevo acrisolado, como fundido en uno solo, era como si el pasado y el presente, formaran una asociación en el desfilar de siluetas idas, traídas a la vida del presente, para representar esa escena.
Entre los recursos coreográficos que lucía, entre ellos el adagio" al que imponía la inercia con fuerza dramática, y cuando abordaba las pausas y los silencios, en el momento preciso para aumentar la tensión y la expectativa así al combinar estos elementos, en la asociación de recursos, hasta lograr que su danza deslumbrara.
Indistintamente, fue un grande sin proponérselo, porque dominaba los espacios, sin desplantes aparatosos, entrando en la transmisión con la simplicidad de lo llano, hasta lograr la comunicación, con estos elementos reales e impactantes.
Lo entendían todos, logrando de esta manera, que su mensaje tuviera difusión y alcanzara facetas de formas exactas y expresivas, hasta llegar a la cumbre de la comunicación.
Así, prematuramente se nos fué, cuando esperábamos de él, muchas y, mejores formas del decir, ya que dió bastante en su momento.
Colaboración: Carlos A. Estevez

Rarezas Del Tango
Origen: los historiadores del tango se encuentran en un dilema para determinar si el "Negro Chicova como e1 primer tango con la, firma del maestro Palazuelos, o al "Dame la lata" el tango prostibulario o que lo firma Perez o "La yapa" el tango amilongado con la firma del negro Casimiro Alcorta, total es igual el tango está inventado. Que mas da, que sea el primero uno o el otro, total no modifica en lo mas mínimo la invención.
Si no existiera, habría que, inventarlo, afirmaba aquel gran actor Florencio Parravicini.
Ud. pensó cuantos Minutos tiene un tango, verdad que, no. Pues el tango tiene tres minutos sin llegar a los llegar a cuatro minutos, ya que no tiene tiempo fijo, el prómedio es de doscientos diez segundos, mas o menos. Si se pone a danzar un tango, con que patrón o forma lo hace. Lo inventa o lo fabrica, ya que el tango no, tiene una manera fija de danzarlo o trata de imitar algún buen bailarín, que vio bailar en alguna oportunidad. En los espacios, que dirección lo baila, de izquierda a derecha o derecha a Izquierda o en el centro de la pista o salón: se danza con la norma de todos los salones o pistas que es de izquierda a derecha.
Como bailará un tango cantado o Instrumental, para danzarlo bien, la voz del cantor no se tiene que oir. Lo danzará con la orquestación solamente.
En el tango el que conduce es el hombre, lo danzará con el canto o la melodía, o con el compás o ritmo, lo danzará con la melodía o canto, y le adosará el compás o ritmo, que le sugiere la música.

LOS PROTAGONISTAS
El músico: para desarrollar un tema musical.
El poeta: tiene que adosarle una letra, acorde a esa música, con argumento.
El cantor o cancionista: interpretará la manera de decir, para darle vida a los personajes del tango.
El bailarín y su partenaire: comunicará el Mensaje en todas sus formas, sin palabras, con su coreografía trasmitiva.
He aquí a los protagonistas del tango, en todos sus aspectos, para Integrar en la creación: música, poesía, canto y danza, para determinar una ubicación en el mundo del arte.
AUTOR CARLOS A. ESTEVEZ (PETROLEO)